Corella.

Hoy amanecimos en las afueras de Corella en un confortable Hotel de tres estrellas donde el desayuno fue delicioso. El pan casero estaba buenísimo, y ni hablar de las medialunas de jamón y queso. A las nueve de las mañana partimos a las Bardenas Reales, que es un área desértica. Nos llama mucho atención cómo en Navarra podemos encontrar tanta diversidad de paisajes en tan poca distancia.
Más tarde fuimos a la ciudad de Corella donde tuvimos una visita guiada. Aquí vimos la Iglesia del Rosario y la del Patrono de la ciudad, San Miguel. También conocimos el palacio donde se hospedaban los Reyes, ya que en algún momento Corella fue la capital del Reino Navarro. Nuestro guía nos mostró los palacios de familias nobles, y que cada uno tenía en su fachada un escudo. El más importante es el que estaba en Plaza de los fueros, ya que se representa un poco de la historia de ciudad con un águila sobre un conejo, cuando los cristianos iban por las calles, y por túneles subterráneos iban los moros. Después tuvimos la suerte de ingresar a las instalaciones del ayuntamiento de Corella, donde nos recibió muy cordialmente el alcalde de dicha ciudad. Allí nos regaló personalmente un pañuelo a cada uno, con el escudo de Corella. Y además nos invitó a pasar a su oficina, que había un cuadro muy grande donde se veía lo que era antiguamente la ciudad; una biblioteca que contenía todos los archivos históricos de la ciudad desde su inicio, a los cuales cualquier estudioso puede acceder; y la bandera de Navarra, y la de Corella, que por un lado estaba San Miguel sobre un fondo azul, y por el otro el ya mencionado escudo sobre un fondo rojo.
La visita a la alcaldía fue muy interesante ya que el alcalde nos trató muy amablemente, y nos contó de familiares directos que viven en Argentina. Para despedirnos nos invitó a tomar unos refrescos en un café de Corella.