Hoy pasamos la primera parte del día en un refugio muy tranquilo y hermoso en Guetadar, donde después de un apetitoso almuerzo partimos al Monasterio de la Oliva donde conocimos al Padre Daniel. Al llegar nos recibió muy cariñosamente y nos invitó a participar de una Eucaristía para nosotros solos. Además tuvimos la suerte de escuchar los cánticos cotidianos que los monjes tienen, que hoy correspondían al Apóstol Santiago. Más tarde el Padre nos mostró parte de lo que fue el Monasterio en el siglo XII.
Primero vimos la maqueta del lugar y para tener una idea nuestro coordinador Paco nos explicó un poco de su historia; conocimos también la cocina que a diferencia de otras que hemos visto no tenía una chimenea, pero lo que si poseía era unos respiradores. El Padre nos contó que actualmente se estudia si su función es como respirador o para mejorar la calidad de la acústica; luego de pasar por unos jardines llegamos a la capilla de la misma época, donde se encuentra un “San Jesucristo”.
El monasterio en general, es de estilo románico con trascendencia gótica, y los capiteles no poseían decoración para que los monjes no se pudieran distraer en su oración. Además nos impactó la cruz que parece que flota sobre el altar. En su fachada nos mostraron figuras que sostenían instrumentos, otras de la aparición del arcángel a la virgen, un cordero que sostenía una cruz con su pata derecha, y entre otras cosas vimos muchas flores en las columnas.
Estando en la entrada al monasterio sentimos unos ruidos extraños que provenían entre los espacios de las columnas, y al acercarnos descubrimos una gran familia de murciélagos, y aparejado a esto los gritos de desesperación de las mujeres, lo que fue muy gracioso para todos.
Para finalizar nuestro simpático día, volvimos a subirnos al autobús para dirigirnos a la ciudad de Corella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario