domingo, 18 de julio de 2010

Cueva Mendukilo-Mendukilloko Leizeak

A lo largo de la historia del hombre, las cuevas tuvieron distinta significación: mientras que en algunas épocas fueron refugio, en otras acogieron temerosas y asombrosas leyendas mitológicas. Es nuestro afan de conocimiento lo que nos llevo a explorar Mendukilo.
Al llegar a la misma nos encontramos frente a una enorme reja con barrotes horizontales cuyo fin no sólo es evitar que el hombre la dañe, si no también permitir que las diversas especies de murciélagos transiten libremente.
Nuestra guía Amaya, nos explicó la existencia de 6 salas. La primera, Sala de los Pastores (Artzainzulo), fue utilizada como refugio de rebaños durante mucho años. Eso fue corroborado por la existencia de cenizas, posiblemente restos de los fuegos que encendían para calentarse.
En la segunda sala, la Galería de los Lagos, pudimos observar las formaciones calcáreas derivadas de la intrusión del agua de lluvia por las grietas del suelo. Según se nos explicó, hace millones de años aquella zona consistía en un mar cálido somero, lleno de especies con conchas carbonadas. Tras la regresión marítima, los suelos conservan el calcio, que con la lluvia es arrastrado formando estalactitas (en forma de "V" colgando del techo) y las estalagmitas (en forma de bonete sobre el suelo). A su vez, debido a la variación de pendiente, pueden encontrarse las formaciones llamadas oreja de elefante o banderas. Los especialistas sugieren, que esta sala perderá el agua gradualmente, debido a que ésta sigue el ciclo natural derivado de la gravedad, e irá construyendo nuevas salas debajo de las actuales.
La siguiente sala es la del Dragón, llamada así debido a la leyenda popular en la que San Miguel salva a Teodoro matando a este mítico animal. Una silueta de dragón caracteriza este espacio. En el techo pueden observarse diversas coloraciones: el rojo (debido al hierro), el negro (por la materia orgánica) y el ocre o blanco (propio del carbonato de calcio). Desde este lugar, es posible acceder a las dos salas restantes: la galería del caballo y la galería del guerrero, en una única visita mensual de10 personas.
Finalmente, satisfechos por haber llegado a los 40 metros de profundidad, soportando temperaturas extremadamente bajas, concluímos nuestra visita llevándonos un recuerdo inolvidable de nuestra querida Navarra.

3 comentarios:

  1. Desde la entrañable Mendoza, Argentina, seguimos sus pasos por esa maravillosa y mística tierra. Disfruten del orgullo de llevar sangre navarra en sus venas. Los abrazamos. Oscar y Verónica

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  3. Desde la lejana Bolivar les deseamos puedan disfrutar y aprovechar al màximo las oportunidades que la maravillosa Navarra les brinda. Nustro corazòn està con ustedes y con aquella tierra. Un abrazo grande, Centro Navarro Bolivar.

    ResponderEliminar